miércoles, 16 de noviembre de 2011

EL ESTADO DOCENTE de Luís Beltrán Prieto Figueroa (ENSAYO DE CARLOS ARTEAGA "Goya's")

Dentro del contexto de la educación en Venezuela , se han elaborado una serie de documentos investigativos que han marcado un icono importante dentro de la misma, es por ello que dentro de ese contexto, nos encontramos con un maestro insigne y destacado, el maestro (como se le llama por el respeto que se merece) Luis Beltrán Prieto Figueroa, desarrollo una serie de actividades que le permitieron entrar en la historia como un ser representante del humanismo venezolano; pero es que se revisamos la historia contemporánea de nuestro país, nos encontraremos con que durante el siglo XX en Venezuela el principal gestor de un pensamiento filosófico educativo fue éste hombre, ya que sus ideales docentes iban más allá de lo que el Estado pretendía implementar.

Cuando uno se pasea por las líneas de sus obras, se dará cuenta de cuan humano era, es el caso que encontramos entre líneas del libro El Estado Docente, alli se puede apreciar en pelambras y frases sencillas (como su sencillez) de cómo debería ser la educación en Venezuela, de esta Venezuela llena de valores, tanto humanos como económicos. En esta obra se destaca del cómo Norteamérica, Europa, entre otros países de esos continentes altos, desarrollaron la preparación educativa de sus pueblos, lo que es ha permitido escalar posiciones que hoy muestran al mundo, como lo son sus avances científicos, tecnológicos, económicos, sociales, culturales, entre otros. Pero, es que uno de los puntos interesantes (entre muchos) que aparece plasmadas en las líneas de esa obra, es la de llevar la educación al sitio o sector  donde el hombre desarrolla su actividad económica – social, ya que el desplazarlos al sector contrario a éste, sólo generaría atraso en las actividades que realice; es decir, si el Estado invierte mayor presupuesto y proyectos que se enmarquen dentro de la constitución del campesino (por ejemplo), llevando el sistema educativo al sector rural, éste sería preparado para desarrollarse dentro de su medio, lo que significaría, mayor producción agrícola – pecuaria y la producción alimentaria estaría garantizada, ya que éstos con una preparación académica que involucre su actividad, serían las personas encargadas de la producción alimentaria; al igual pasaría en el sector urbano, ya que los hombres y mujeres que habitan en la ciudad (que por naturaleza ejercen otras actividades) serian preparados para las áreas que más les compete por naturaleza, es decir, la docencia, la tecnología, el comercio, la salud, entre otras actividades, lo que le garantizaría al Estado un desarrollo balanceado y sustentable en el tiempo. Todo ello, indica que el humanismo propuesto por el maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, era y es un método constructivo, de esperanzas, lleno de caridad y humildad, donde el hombre siempre sería el factor fundamental de la sociedad.

Dentro de este marco de ideas, nos encontramos con el Proyecto de Ley Orgánica de Educación Nacional (1948), donde en la exposición de motivos, planteó los principios de la filosofía educativa con el nombre de Humanismo Democrático, que sirvieron de base a su pensamiento. Pero, no es sino a partir del año (1999), con la Educación Bolivariana que se retoma su pensamiento entre los postulados filosó­ficos, por eso nos detendremos en su análisis para determinar el alcance ideológico en la educación actual; donde se puede hacer un análisis de los resultados de la política de inclusión del proyecto educativo bolivariano inspirado en las ideas del maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, en particular, la tesis de una educación de castas a una educación de masas. Y finalmente, recordemos que el maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa apostó por un proyecto político que siendo socialista y democrático no dejaba de ser plural; hoy, cuando se discuten los lineamientos del socialismo del siglo XXI, debemos recordar su legado, como lo es la filosofía educativa, humanismo – democracia. En este sentido, cabe mencionar que la propuesta del Humanismo democrático fue retomada por el maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, en una conferencia dictada en la Escuela Normal Miguel Antonio Caro para anunciar que el Estado debe ser el responsable supremo de la orientación general de la educación de la repúbli­ca. Esa propuesta desarrolló una filosofía educativa para conformar la conciencia de los ciudadanos, y fue deno­minada Humanismo Democrático. Pero para comprender su legado debemos recordar que su pensamiento iba de la mano con la lucha gremial cuando se funda la Sociedad Venezolana de Maestros de Instruc­ción Primaria; y que hizo propicia la Primera Convención Nacional del Magisterio. Su liderazgo sirvió para incrementar los beneficios sociales, como la creación de comedores escolares, casas cunas, proyectos de alfa­betización para obreros, fundación de escuelas normales para los técnicos; siendo estos algunos de sus logros.

Sin embargo, su pensamiento edu­cativo no se puede reducir a una obra sino que forman un conjunto orgánico, en particular como la destacada de una educación de castas a una educación de masas; humanismo democrático y educación; y principios generales de la educación. Luis Beltrán Prieto Figueroa se caracterizó por los constantes debates en que se enfrentaba a favor de la educación, ya que para él, éste tema era la punta de lanza de una Venezuela emprendedora, donde siempre habría discusiones sobre los puntos de una Educación de Élites o Educación de Ma­sas, Educación Privada o Educación Pública, Educación de Castas o Educación de Masas.

La tesis de la educación de élites fue liderada por otro hombre importante del país, como lo fue Arturo Uslar Pietri quien mantenía un selectivo criterio como el que tuvo sobre el acceso de los aspirantes a cursar los estudios universitarios y testimonios revelado­res de este criterio los hay en grado tal como para señalar que fue una tendencia por la constancia en reiterarlo a tra­vés de su trayectoria. Éste hombre mantiene aún viva su frase memorable “siembra del petróleo”. La confrontación de los criterios antagónicos tuvo su máxima manifestación en las protestas de calle, donde la educación privada se presentaba evidentemente como de segunda categoría. Las protestas hicieron posponer la aplicación definitiva del polémico decreto Nº 21.

Si repasamos la mirada en el Proyecto de Ley Orgánica de Educación Nacional (1948) observaremos en la exposición de motivos los siguien­tes principios: “La filosofía de la educación nacional que fundamenta este proyecto puede sintetizarse en una expre­sión de neto contenido: Humanismo democrático. Formar al hombre en la plenitud de sus atributos físicos y morales, ubicado perfectamente en su medio y en su tiempo como factor positivo del trabajo de la comunidad, tiene que ser la meta de un sistema educativo moderno. La educación venezolana ha de ser, por tanto, humanista, desde las es­cuelas primarias hasta los institutos superiores.”, estas líneas nos obliga a rememorar, igualmente, algunos de los postulados de la filosofía educativa de Luis Beltrán Prieto Figue­roa para el contexto actual, ya que nos ilumina el camino a seguir como docentes, en primer lugar, destacamos el principio de neutralidad ideológica de la educación, que se expresa de la siguiente manera: “la educación tiene que ser, sin duda, neutral frente a las luchas de los partidos que se disputan la adhesión de la ciudadanía dentro de las regulaciones constitucionales, pero no puede serlo en re­lación con los fundamentos mismos de la democracia.”.

El maestro Luís Beltrán Prieto Figueroa se convirtió en el director más calificado de la política educacional, tan es así que en la Ley de Educación (1948) propuso un plan cuatrienal con el fin de que para (1953) el (80%) de la po­blación concurriera a las aulas de la Escuela Pública. Sin embargo, las contradicciones en el seno del gobierno, la oposición beligerante de la Iglesia católica, entre otros sectores conservadores no permitieron la implantación del modelo pedagógico populista. Pero desde el punto de vista ideológico es considerado el primer modelo de socialis­mo democrático, “por la orientación filosófica y política el pensamiento de Luis Beltrán Prieto Figueroa se le ubica en la corriente del Socialismo Democrático y por su credo pedagógico, es un portavoz del movimiento de la Escuela Nueva o Acti­va. Es desde este punto de vista que, debemos observar la fundamentación fi­losófica en que se basa la Educación Bolivariana, donde inicia las ideas del pro­yecto del Humanismo Democrático de Luis Beltrán Prieto Figueroa, sin embargo, estas premisas no son más que postulados filosóficos a alcanzar en un fin sistemático y coherentemente desarrollado. En honor a la verdad no es la primera vez que se coloca en las bases filosóficas de la educación venezolana estos supuestos epistemológi­cos, pues desde las aulas universitarias ese pensamiento se planteó como resistencia a los planes neoliberales del Estado venezolano.

Lo que sí debemos reconocer como novedad es que se hayan formulado como doctrina de Es­tado. Ideológicamente se apuesta por una educación de masas sin exclusión de calidad, aspecto que representa el reto mayor de cualquier proyecto educativo. El Estado – docente  bolivariano busca la integralidad de la educación, concepto inspirado en Luis Beltrán Prieto Figueroa, que conectaba la antigua Educación Primaria con la Universidad; y que hoy implicaría conectar la Escuela Bolivariana con el Liceo Bolivariano, y éste con la Universidad Bolivariana, pero con un solo detalle negativo, el partidismo.